Tantas veces busqué sentirme libre, sentirme alguien, sentirme cuidada, sentirme amada.
Desde siempre intenté hacer una y otra cosa para lograrlo.
Pero cada intento venía acompañado por el fracaso.
Muchas veces actué como un perrito en busca de afecto.
Allí, allá. - ¡Necesito amor! ¡Necesito amor!, no importa nada. Sólo hazme creer que soy amada. -
Apareció aquél que me hizo sentir amada. Y feliz. Dentro de una burbuja . En un espejismo de felicidad que mi mente se había inventado a base de un afecto superficial , de plástico.
Era un parche que había sido puesto sobre mis vacíos y necesidades para maquillar la herida. Para simular que todo estaba bien ahora.
-Aguántate todo. No pidas más. No es posible que alguien más te ame . Agradece que alguien está a tu lado. Si lo dejas ir también dejarás ir tu vida. Tu fundamento. Tus sueños , tu futuro. ¿Qué pasará con tus días? ¡Confórmate! –
La confusión me atrapó. Mi vida comenzaba a agonizar haciéndose consciente de que no era realmente una vida . Estaba atrapada por la soledad, mi corazón desértico sentía que necesitaba beber de un manantial real …Aguas que refrescaran, que sanaran , que restauraran. Que me liberaran.
Mi confusión me llevó a elevar súplicas a alguien de quien me había olvidado, a alguien de quien pensé no necesitar , a alguien a quien había decidido reemplazar.
- Me hirieron con mentiras. Ahora necesito que tú me hieras con la verdad. Por favor. Muéstrame la verdad, no me importa que mi vida se desvanezca. Pero , muéstrame la verdad . -
Y entonces gradualmente mi vida comenzó a desvanecerse porque todo lo que creí que tenía no existía. Porque todo lo que creí que sostenía mi corazón, se esfumó. Porque lo que pensé que era mi vida, era una mentira. Y entonces la verdad me hirió , despedazó mi corazón. La verdad me expuso al desnudo y me mostró cuán sola estaba, porque yo así lo había decidido.
Cuán abandonado mi espíritu se encontraba.
Oh, mi cruel verdad cuánto me hirió. Pero me hizo LIBRE. Despedazó mi universo de fantasía y me lanzó a la vida , VIDA. Vida en abundancia. A el amor que siempre estuve buscando, a beber del agua que nadie nunca pudo darme.
Ése amor que me condena a una eterna libertad. Ése amor que está desde los más pequeños detalles de la creación hasta las más grandes misericordias.
Ése amor que me hace sentir preciosa, amada, SIGNIFICANTE.
Soy significante. Y eso no lo definen las etiquetas que mi cultura ha creado . No lo define las palabras que me dirijan, no lo define las criticas de las personas, no lo define el rechazo de la gente, no lo define mi color de ojos, ni mi color de piel, ni mi cuerpo, ni mi rostro, ni mi estatus social, ni mi profesión , ni cuántos hombres me buscan, ni cuántos amigos tengo, ni cómo me visto, ni qué tanto como, ni mi pasado. Ni lo que piense yo sobre mí misma. Si me siento fracasada o exitosa. Si no he visto en mi vida más que fracasos. Si todo lo que escuché decir sobre mí fue : No puedes.
NADA, NADA, NADA de eso me define. Soy SIGNIFICANTE y esto lo define :
Que un día a un maravilloso creador se le ocurrió crear a alguien como yo , única e inigualable en todo el inmenso universo, con la medida exacta en todas mis características. Con un propósito, con un brillo especial para explotar aquí, en la tierra. Para caminar de su mano en éste mundo de dolor , sufriendo muchas veces pero con esperanza. Con SU esperanza.
Soy amada por un rey. Quien esté leyendo esto es amado por un rey. Por un Creador. Lo crea o no. Lo acepte o no. Lo decida o no.
Simplemente puedo decir que mi vida brilla con un brillo sobrenatural desde que acepté que no soy el auge de la creación , que delante de mí va uno más grande que yo. Que mi lógica se queda corta a quien es él. Que yo no lo sé todo. Pero que aquél que me creó es más que yo y sólo de su mano y bajo su guía puedo entender cómo dar mis pasos en éste loco universo. En su universo.
El amor de princesa que vende Hollywood y Disney no es real. Hay un amor mejor que ése .
Un amor que no hemos conocido porque somos egoístas y queremos creer que tenemos nuestra vida bajo control por nuestra propia prudencia.
Pero tarde o temprano nos enfrentamos cara a cara con el dilema….
Somos hijos de un Dios vivo. Que nos quiere amar . Y somos creaturas libres, ¡qué gran responsabilidad! Sólo nosotros podemos decidir si aceptar ése verdadero amor que nos ahorrará tanto dolor y tropiezos ó por el contrario , intentar encontrar amor en un montón de fantasías que ofrece el mundo y fracasar .
Mi vida es una maravillosa obra de arte que sólo un gran artista pudo embellecer .
