jueves, 28 de abril de 2016

A bordo

Flotar no es hazaña de aguas
ni de enamorados, ni de psicoactivos

Flotar es suspenderse de mente hacia afuera
de cuerpo
de espíritu
de conciencia
en la extensión de lo impenetrable. 

Buscarle brazos, pies, cabeza, principio, final 
y en medio de la tarea, caer en la espiral de
eternas e inabordables nociones. 

Romper el solipsismo mientras tendidos en cama 
con mirada fija se atraviesa cuerpo, países de idiotas, 
tierra de burdos, galaxias de canciones, estrellas de promesas
hasta encontrarse  flotando en un pedazo de nada,
para entender la ley del sostén.


El universo sostiene mi tierra, mi tierra sostiene imbéciles, los imbéciles sostienen el pueblo, el pueblo sostiene  miseria, la miseria sostiene sexos, los sexos sostienen voluptuosidades. Voluptuosas economías, voluptuosas musculaturas, voluptuosa pobreza. 1,2,3 por mí y que la física me sostenga.

Después de que la noche me hizo sentir como un punto dentro de otro minúsculo punto, no pude ser la misma. 

domingo, 24 de abril de 2016

Sombrillas

Yo creo que la lluvia llega con intención de mojarlo todo. No me parece que sea tan inocente, tan entregada al azar.
La lluvia presenta un concierto que no se escucha muy improvisado.
Parece que le gusta molestar a las personas ocupadas. ¿Cuáles son las personas ocupadas?
Bien, por ejemplo a ésa mujer que se levantó esta mañana de madrugada para arreglar su cabello, no tenía con qué desayunar, pero como fue posible compró un tratamiento equivalente a tres huevos, dos pastillas de chocolate y un pan, con la intención de lucir un cabello presentable (porque con las nuevas demandas del mercado laboral, si usted es joven e inexperto, por lo menos tenga un buen cabello)... además de todo desventajado, porque se lo heredó a su madre: Hermione(Germajoni)  versión criolla.

La joven mujer carecía de buenas pestañas y sin pestañas no hay paraíso. Entonces se aplicó cinco capas de rimel, se las encrespó con una cuchara caliente, se aplicó maquillaje, se vio al espejo y se dijo ¡Hoy es mi día!  Lo que la pobre no sabía, era de la suspicacia de la lluvia. La lluvia es malévola y cruel, vista desde los ojos con pestañina y delineador, pero si la vemos con ojos poéticos nos conecta con lo sublime.

Sí, la pobre mujer así como cualquier persona: no puede mojarse,  porque también en el siglo XXl se prohibe que el agua moje. Y si usted llega mojado, no sirve. Y así es como las sombrillas nacieron.

martes, 12 de abril de 2016

Mixed Border

Un jardín al estilo francés con las flores más bellas, destinadas a ser bellas, planificadas para ser bellas, organizadas de tal manera que cualquiera que las vea, las vea bellas; exige de un profesionalismo que invoque a la perfección sin atreverse a soltarle de la mano si quiera un minuto, ni por causas humanas. Porque eso de ser humano ya no está de moda.


Hablando de flores, los jardines ingleses y los jardines americanos quieren pretender ser más espontáneos, más naturales, más exóticos. Pero al fin y al cabo: elaborados. Al fin y al cabo: artificiales.  Florecitas sobreactuadas. 


Seamos bruscos. 

El océano es nuestra más grande lágrima y termina desembocando en el optimismo que no aprendemos, la valentía que no heredamos y la jefe de jefes señores, la ignorancia en la que reposamos.


Con la participación de Cortázar y sus jardines, Platón y sus aguas, Faciolince y sus olvidos que seremos. 

sábado, 2 de abril de 2016

Stop

La guerra fría entre seres que un día se amaron,
la indiferencia entre dos corazones que intimaron,
El llanto silencioso que marca la distancia,

Haber compartido las profundidades de la esencia, para luego
compartir la profundidad de un desconocimiento total.

Es el sabor más amargo que he podido probar.

Sueños que me perforan las ausencias.

Caer diferente, pero caer.
¿Dónde está lo que se aprende con dolores más grandes?

Sí, soy una mujer apasionada. Amo con todas las ganas, lloro con ganas, sufro con ganas, me duele el alma con ganas, me derramo sobre el amor y me vuelvo amor; luego cuando es hora de recogerme, con qué duelo comienzo a hacerlo y con las mismas ganas, también decido.

Lo que yo entrego sirve para que el tiempo me lo reproche después.

Hay personas más valientes siempre, que toman decisiones que uno no es capaz de tomar por amar más sentirse acompañado que por estar solo con sí.  ¿Quién es el cobarde?

Rabia. Cuidaba atentamente mi corazón, lo cuidaba, realmente lo hacía. Interrumpí un proceso de sanidad ¿para qué? para nada.

 Decido con ganas arrancarlo del corazón. Porque el dolor no me queda bueno ya.