jueves, 28 de abril de 2016

A bordo

Flotar no es hazaña de aguas
ni de enamorados, ni de psicoactivos

Flotar es suspenderse de mente hacia afuera
de cuerpo
de espíritu
de conciencia
en la extensión de lo impenetrable. 

Buscarle brazos, pies, cabeza, principio, final 
y en medio de la tarea, caer en la espiral de
eternas e inabordables nociones. 

Romper el solipsismo mientras tendidos en cama 
con mirada fija se atraviesa cuerpo, países de idiotas, 
tierra de burdos, galaxias de canciones, estrellas de promesas
hasta encontrarse  flotando en un pedazo de nada,
para entender la ley del sostén.


El universo sostiene mi tierra, mi tierra sostiene imbéciles, los imbéciles sostienen el pueblo, el pueblo sostiene  miseria, la miseria sostiene sexos, los sexos sostienen voluptuosidades. Voluptuosas economías, voluptuosas musculaturas, voluptuosa pobreza. 1,2,3 por mí y que la física me sostenga.

Después de que la noche me hizo sentir como un punto dentro de otro minúsculo punto, no pude ser la misma. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario