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Cuando uno es niño todo le parece tan simple.
Cuando uno es niño se imagina que todo será fácil
Lo mismo pasa cuando uno tiene alma de niño siendo un adulto.
Pero uno se va estrellando contra la vida ó tal vez la vida se va estrellando contra uno.
La vida es abstracta. A la vida le encanta dar giros completos de un momento a otro
y sorprendernos y retarnos a comportarnos como no sabemos.
A la vida le encanta darnos sacudones que nos lleven una milla extra de lo que antes hemos caminado.


Un viento débil, un columpio, un par de lágrimas, un perro y un parque solitario me lo dicen.