sábado, 6 de agosto de 2016

...

El brillo de quien brilla molesta en vida
pero cuando muertos nos hallemos, 
lleno el corazón de parricidios inocentes, 
el dolor será gusano alimentado por cuerpo rendido.

Tanto tiempo pasamos respirando, conociendo lo redondo de un mundo tan
plano.

Sumergir el alma en mares bravíos,
navegando en la oscuridad de sangres que transitaron antes de nosotros, 
sentir miedo de cruzar, ver en todos caras ajenas a cada célula que vibra dentro de nuestro 
interior. 


Flotar en el caos, en una acción contemplativa del problema como única opción. Mirarle a los ojos, arrullarlo con desprecio, pero arrullarlo, mientras se contrae el cuerpo y soporta el peso de estar despierto en un mundo que sólo acepta vivos. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario