miércoles, 2 de abril de 2014

Vientos




Estos vientos frescos y foráneos golpean cada parte de mi cuerpo.
Estos vientos frescos vienen a golpear con ternura mi alma también.
Estos vientos frescos vienen alborotando mis cabellos y mis pensamientos.
Estos vientos frescos que se han convertido en los cómplices de ésta mi aventura.
Estos vientos frescos que se han convertido en la caricia oportuna de cada una de mis angustias.

La soledad la elegimos nosotros.

No siempre estará la muchedumbre sofocante con ése ( en muchos casos )banal sentir de compañía. Pero puede estar allí en el viento, en la naturaleza, un pedazo de amor, un pedazo de compañía que compensa lo que falta, puede encontrarse allí un reflejo de lo que mi creador quiso poner para dibujar sonrisas en mí.

Cómo nos perdemos de la verdadera belleza con las esclavizantes formas de “vida social”. Cómo nos escondemos de la belleza cuando nos embriagamos, nos empalagamos de ese falso disfraz llamado “diversión”, “compañía”, “vida”.

Nuestra cultura se ha convertido en un bombardeo de mentiras acerca de lo que se trata el vivir.
Nuestra cultura maquilló la verdadera belleza y la vistió con sus trillones de etiquetas falsas.

Mirar a los cielos es admirarte, admirar lo que creaste para recrearme. Recibir las caricias de tus vientos es recibir un ramo de tranquilidad, un ramo de paz, un “todo estará bien”.

La banalidad le va robando protagonismo a la verdadera belleza, pero en mi lucha la victoria la irá ganando lo verdadero, lo hermoso, lo bello.

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