martes, 7 de enero de 2014

¡Benditas lágrimas!

Si hoy lloro , lloro con un llanto de esperanza.  
Un llanto que no busca quejarse, un llanto que sólo quiere desahogarse.
¡Lloro! lloro feliz también. Porque sé que éstas lágrimas valen oro.
Éstas lágrimas salen con ganas de ser lágrimas. Éstas lágrimas lloran dolor, lloran renuncia.
Éstas lágrimas lloran fuerza. 
Éstas lágrimas anhelan llegar a ser algún día un viejo recuerdo en medio de un triunfo que se ha convertido en sonrisa.
Éstas lágrimas de hoy están más cerca de ser una sonrisa, que las lágrimas de ayer. 
Éstas lágrimas las ha fabricado un corazón que está teniendo que encarar la vida.
Una vida donde todo es nuevo. Y lo nuevo asusta.
Pero es un susto que vale la pena enfrentar y despedazar.

Éstas lágrimas se me van cansando de ser lágrimas y se convierten en agradecimiento.
Porque ésas punzadas que están doliendo, valen mucho la pena.
Vale la pena cada huella que deja cada lágrima.
Estoy guardando todas mis lágrimas en una caja mía, sólo mía.
Y un día cuando conquiste ésta etapa de mi vida , abriré la caja de lágrimas y contaré cada una y recordaré cuánto me costó conseguir la sonrisa que entonces tendré.

¡Voy por camino seguro! Me lo dibujó MI Dios. Él es quien sostiene mi corazón y me hace brillar en las tormentas y me hace vivir con la esperanza de que cada dificultad anticipa una gran conquista. :)

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