Te traje un ramo de imposibilidades para que vivas tu vida.
Del que tiene, para ti, pobre subordinado que no tienes, con mucho amor y deseo de que no seas para que no me opaques.
La imposibilidad muchas veces no es más que un invento que 'los grandes' han metido en nuestra cabeza. Nos convencieron de que ellos pueden mandar hasta en la ejecución de nuestros anhelos, que no nos pertenece nada, ni siquiera nuestra voluntad por ser.
Eso es mentira.
He visto algunos corazones rindiéndose sin haber luchado lo suficiente, son jóvenes. Muy jóvenes.
Por favor, que la realidad no los espante, ni los convenza de que para ustedes no hay lugar aquí, ni que no vale la pena luchar.
La realidad puede ser la excusa perfecta para aquellos que no tienen ganas de perseverar, la realidad puede engendrar mediocridad.
Esa realidad a la que tanto le temen va a seguir allí mientras ustedes sigan sentados leyéndola, viéndola, mientras se comen las uñas y se atragantan con los sueños que no dejaron salir.
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