domingo, 4 de enero de 2015

Emoushhhh. Sí. Shh.

La vida está llena de momentos.
Pero lo trascendental son las decisiones valiosas y arriesgadas que tomamos
por la causa de alguien o de algo.
Y éso es de lo que carecemos.
Emociones momentáneas sobran, pero decisiones determinantes. ¿Dónde?


En un minuto una emoción puede cabalgar, llegar a la cúspide, encontrar lucidez y creerse real, definitiva, absoluta, irreversible, acertada.

Qué engaño en el que nos envuelve la delicia de lo que se esfuma pronto.
Engaño que podemos detener cuando es justo y necesario hacerlo.
Cuánto dolor y pérdida nos evitaríamos.


Amémonos con toda nuestra cordura. 

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