Te contemplo, te agarro, te observo, te parto en pedacitos, te analizo
te huelo, te como, te vuelvo a dejar en tu lugar, te coloreo desde lo lejos, te
admiro, juego con tus nubes taciturnas, cierro mi ojo izquierdo y con mi pulgar te acomodo a mi antojo.
Me río de ti, de que seas tan clandestinamente hermosa.
Hoy en día pocos te ven y a pocos atrapas.
Me hace cosquillas tu belleza, me aplasta, me hace dar hambre de porquerías.
Me da frío en los huesos pensar en que el poder verte es efímero, en unos días sólo veré el crimen de una ciudad infestada de malos gobiernos y toda la basura que implica vivir en un regimen democrotalitario.
¡Que bien! ¡Qué buena que es tu escritura! Cansado de ver tanta gente en oficio inútil de lograr un buen texto, reviven mis sentidos oyendo caer una palabra detrás de otra dotadas de efecto y nuevos sentidos.
ResponderEliminarMuchas gracias Otto, qué motivante saber que se aprecia de esa manera lo que estoy escribiendo. Un abrazo.
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